Razones para ser pastelero

Dónde estudiar pastelería

La experta pastelera Rebeca Sánchez nos cuenta su experiencia profesional, por qué decidió trabajar en este sector y las razones para estudiar pastelería y hacerse un hueco en el mercado profesional.

Cómo ser Pastelero Profesional

Hola, mi nombre es Rebeca y soy pastelera. Hace cinco años que descubrí que mi pasión estaba en un obrador, cacharreando, experimentando sabores y texturas... Pero, esto no siempre fue así.

Cuando era pequeña, realmente, soñaba con ser veterinaria, sueño que se transformó en Ciencias del Mar en mi penúltimo año de instituto: si algo tenía claro era que yo tiraba para las ciencias, me encantaba cacharrear y enredar en los laboratorios. Creo que esta afición poco a poco se fue transformando, cambié la tabla periódica por la harina, los huevos y elementos cotidianos. Si bien es cierto, que esto surge después de una gran andadura; como mencioné, la pastelería no estaba entre mis planes.

Estudiar Pastelería

Comencé la universidad con un plan de vida que aunaba los animales, los laboratorios y la playa; con 23 años me fui de Madrid con destino a Canarias para terminar en Portugal, lugar que me marcó mucho gastronómicamente hablando. Realmente, creo que su pastelería me enamoró y, cuando llegó el momento de cerrar esta etapa, me di cuenta de que no podía prescindir de todas las delicias que me habían acompañado en aquel viaje, así que comencé a recopilar recetas.

Una vez terminada la carrera, me encontré con un gran vacío, vivía en un país con una gastronomía dulce muy básica y me quedé embarazada; este creo que fue el punto por el que decidí que tal vez me había equivocado, o no, al escoger mi profesión. En Costa Rica, donde vivía, no tenía permiso para trabajar, así que comencé a dedicarme a la cocina, en especial a hacer todo aquello que allí no podía conseguir; descubrí la pastelería americana y las fiestas que se organizan con sus Candy Bar y, me dije a mi misma, que yo quería hacerle todo eso a mí nena cuando tuviera la edad suficiente y así fue.

Trabajar como pastelero

Una vez de vuelta en España y conectada con el primer mundo, descubrí el blog de Alma Obregón y me fui enganchando al mundo de los cupcakes, a descubrir cómo se hacía una cheesecake y lo que eran las tartas por capas. Empecé a practicar en casa y, un día, mi mejor amiga me dijo que porque no intentaba vivir de ello porque lo que hacía estaba realmente bueno, así que me lo creí y me lie la manta a la cabeza; decidí dar el salto que necesitaba, hacer de mi pasión mi profesión.

De esto ya han pasado casi cinco años y, cuando vuelvo la mirada atrás, veo lo que he crecido y lo que he aprendido y, si bien es un mundo muy duro (la hostelería es muy sacrificada, que nadie os diga lo contrario), no me arrepiento en absoluto, lo haría una y mil veces más, porque creo que decidir ser pastelera es la mejor decisión (a parte de la de ser madre), que he tomado en mi vida. Creo que con mi resumen de vida y cómo llegué a ser pastelera, respondo a las razones de por qué ser pastelero. Si es tu pasión, si así lo sientes, solo es tu elección, dar el paso y formarte con la ilusión y constancia que la profesión requiere.

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