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La Educación Emocional o Inteligencia Emocional en las aulas

Educación Emocional Objetivos

TRABAJAR EDUCACIÓN EMOCIONAL 

 

Las emociones están presentes en todas las fases del ciclo vital, por este motivo, para poder vivir mejor, sea cual sea la etapa de nuestra vida, es conveniente aprender a regularlas y, además, integrarlas en nuestro funcionamiento diario. La educación emocional nos ayudará a ello.

 

¿Qué es la Inteligencia emocional?

Algunos de los fundamentos más relevantes de la educación emocional son los siguientes:

 

  • Los movimientos de renovación pedagógica, con sus diversas ramificaciones (escuela nueva, escuela activa, educación progresiva, etc.), se proponían una educación para la vida, donde la afectividad tenía un papel relevante. Ilustres teóricos y representantes de estos movimientos han llamado le atención sobre la dimensión afectiva del alumnado. Entre ellos destacan, Pestalozzi, Froebel, Dewey, Tolstoi, Montessori, Rogers.

 

  • Movimientos recientes de innovación educativa, tales como la educación psicológica, la educación para la carrera, la educación moral, las habilidades sociales, el aprender a pensar, la educación para la salud, la orientación para la prevención y el desarrollo humano (Bisquerra, 1998), etc., tienen una clara influencia en la educación emocional.

 

  • La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner (1995, 2001), en particular por lo que se refiere a la inteligencia interpersonal y a la intrapersonal, son un referente fundamental.

 

  • El concepto de inteligencia emocional, introducido por Salovey y Mayer (1990) y difundido por Goleman (1995, 1999a, 1999b), ha tenido muchos continuadores en psicología y educación.

 

  • Y también las recientes aportaciones de la neurociencia han permitido conocer mejor el funcionamiento cerebral de las emociones.

 

De los cuatro pilares de la educación (conocer, saber hacer, convivir y ser) señalados en el informe Delors (1996), como mínimo los dos últimos contribuyen a fundamentar la educación emocional.

 

Pero en nuestra sociedad y, en concreto, en la escuela han priorizado hasta finales del siglo XX los aspectos intelectuales y académicos de los alumnos, convencidos de que los aspectos emocionales y sociales pertenecen al plano privado y, en este sentido, cada individuo es responsable de su desarrollo personal (Evans, 2002; Fernández-Berrocal y Ramos, 2002).

 

El siglo XXI nos ha traído una nueva forma de ver la realidad más diversa sobre el funcionamiento de las personas y se está tomando conciencia de forma lenta, aunque progresiva, de la necesidad de que la educación de los aspectos emocionales y sociales sean atendidos y apoyados por la familia, pero también de forma explícita por la escuela y la sociedad.

 

Con la finalidad de introducir la educación de las emociones en la escuela, se ha generado todo un movimiento educativo que podemos encontrarlo con diferentes denominaciones como “Educación Emocional” o “Educación Socio- Emocional”.

 

La educación emocional supone pasar de la educación afectiva a la educación del afecto. Hasta ahora la educación afectiva se ha entendido como educar poniendo afecto en el proceso educativo. Ahora se trata de educar el afecto; es decir, de impartir conocimientos teóricos y prácticos sobre las emociones. La educación emocional es una innovación educativa que se justifica en las necesidades sociales.

 

Atendiendo a la orientación de la educación emocional, se puede considerar que tiene una doble finalidad:

 

  • Finalidad preventiva, en el sentido de proporcionar recursos y estrategias para fortalecer el control emocional y prevenir, la aparición de desajustes que, a veces, pueden derivar en comportamientos inadecuados como, por ejemplo, consumo de drogas, ansiedad y conductas de riesgo.

 

  • Desarrollo de competencias emocionales, con el objetivo de que favorezcan un desarrollo armónico e integral. Se basa en el fortalecimiento de las habilidades sociales y en promover actitudes positivas que contribuyan al bienestar personal y social.

 

La inteligencia emocional en el aula 

A la hora de aplicar la educación emocional en el aula como docentes, la educación emocional se lleva a cabo mediante técnicas eminentemente prácticas y vivenciales como son dinámica de grupo, role playings o juegos de dramatización, actividades lúdicas, técnicas de relajación, gestión del estrés, ejercicios de respiración, técnicas de afrontamiento, etc.

 

Si quieres conocer más información sobre cómo aplicar la inteligencia emocional en el aula y en tu vida personal, te recomendamos visualizar tres talleres de MasterD: 

 

En conclusión, si la educación emocional está orientada a la adquisición de competencias emocionales hay que analizar cada una de ellas, destacando las aptitudes o microcompetencias que las componen, así como las técnicas que favorezcan su adquisición. Las más importantes son: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, competencia social y competencias para la vida y el bienestar.

Por Amelia Jaulín Villanueva

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10 respuestas a La Educación Emocional o Inteligencia Emocional en las aulas

29 de noviembre del 2024

Buenos días! En mi opinión, la educación emocional es fundamental para el desarrollo integral de los alumnos. Más allá de los contenidos académicos, necesitan herramientas emocionales para enfrentarse al trabajo en equipo, hablar en público o manejar situaciones laborales y personales. Incluirla en el aula es clave para prepararles para los desafíos de la vida real.

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10 de julio del 2023

Si se trabajara la inteligencia emocional con los alumnos, hijos, etc., conseguiríamos formar personas estables, equilibradas, centradas. Harían falta menos psicólogos y psiquiatras.

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16 de mayo del 2023

Uno de los aspectos que se trabajan en la etapa de Infantil son las emociones, las cuales son bastantes importantes para la salud, tanto física como mental del alumnado.
Trabajar su importancia en la vida del ser humano, así como, concienciar al alumnado de que expresar nuestras emociones, sentimientos, necesidades... es fundamental, tanto para que los demás nos puedan entender como para entendernos a nosotros mismos, y así, poder sentirnos mejor.
Es por ello, que se insiste en que los maestros/as cuando van al aula y se enfrenta ante muchos infantes, no debe transmitir ningún sentimiento negativo que pueda el niño/a captar y por tanto, sentirse mal él/ella también. Si uno trae de fuera el sentimiento de enfado, tristeza, rabia... por cualquier motivo, debe dejar esos sentimientos fuera del centro.
Por todo lo nombrado anteriormente, considero que las emociones son importante trabajarlas, ya sea para entenderse a uno mismo como para entender a los demás, y por tanto, ponernos en la piel del otro.

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28 de marzo del 2023

Una buena gestión emocional conducirá a una buena gestión del aprendizaje, desarrollo y evolución. Haber logrado discernir las distintas habilidades del ser no debe confundirnos e interpretar que cada una de ellas es independiente. Las emociones reflejan los enlaces que crean nuestra unidad. Si sobre algo debemos priorizar, nuestras emociones deberemos cultivar.

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23 de noviembre del 2022

Importantísimo trabajar las emociones para poder avanzar en otros ámbitos.
Creo que es super importante estar limpio por así decirlo de cargas que nos puedan dificultar seguir hacia adelante.

Hay que incluirlo como asignatura diaria.

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19 de septiembre del 2022

Verdaderamente, la educación emocional es uno de los puntos más relevantes a trabajar en el aula. Además de adquirir los conocimientos más vinculados a los aspectos académicos, debemos promover el trabajo de las emociones. De hecho, es fundamental para aprender a saber ser y convivir en sociedad y evitar, como bien se menciona en el artículo, desajustes o actuaciones indeseadas. En mi opinión, si hacemos hincapié en el desarrollo de competencias emocionales, podremos devenir mejores personas.

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08 de junio del 2022

En mi opinión, después de este artículo, tengo todavía más claro la importancia tanto de las inteligencias múltiples como la inteligencia emocional. Pienso que es algo que se debería de trabajar durante todo el ciclo vital de nuestras vidas, así poder ir desarrollando nuestras habilidades y destrezas de manera más clara y precisa. Sobre la inteligencia emocional, es fundamental el estudio y aprendizaje de todas ellas, desde las más básicas (Tristeza, felicidad, etc.) hasta las secundarias (Ira, rabia, sorpresa, etc.) Desde aquí, veo fundamental el trabajo interpersonal e intrapersonal que se debería de trabajar más en las aulas.

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11 de noviembre del 2021

Un artículo muy interesante, ya que, sin un desarrollo emocional adecuado los alumnos y alumnas tendrán problemas en el resto de los ámbitos (cognitivos, lingüísticos, sociales...), ya que si no están bien consigo mismos no podrán sacar el máximo partido del resto de sus capacidades.
Es importante emplear un tiempo para trabajar la gestión de las emociones, la autoestima, y el autoconcepto; para desarrollar de forma "sana" todos los otros ámbitos del desarrollo.

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20 de septiembre del 2021

Cómo describir la importancia de dicha tarea en las . Por supuesto que la educación en las aulas vaya ligada a lo académico no quita que se deje en olvido la gestión de las emociones en cada uno de ellos y ellas. La importancia de la educación creo que empieza y termina esculpiendo grandes mentes pero ante ello GRANDES PERSONAS, con personalidad y recursos suficientes para enfrentarse al día a día con gran autonomía. Por ello destaco la importancia de esa innovación educativa que justifica nuestras necesidades sociales.

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04 de septiembre del 2021

Como futuros docentes, debemos trabajar la educación emocional en las aulas. Hoy en día, la empatía y el autocontrol de uno mismo no está muy trabajado, y en especial con los mas pequeños. Por experiencia propia, de pequeña no era nada habitual realizar en el aula exposiciones a los compañeros, exponer algún tema relevante, etc. Todo esto, causa una frustración cuando vamos creciendo, ya que al no haber tenido este tipo de actividades normalizadas en cada uno, crea ansiedad y estrés a la hora de exponer tu ideas o conocimientos delante de los demás.
Es por ello que pienso y creo que tanto enseñar y trabajar nociones de matemáticas o lingüística es muy importante también el trabajar las emociones con los niños/as en las aulas. Ello ayudará y creará en el niño/a una buena personalidad y podrá conocerse a sí mismo mucho mejor, sabiendo cuales son sus habilidades y cómo trabajar en aquello que tenga algo de dificultad.

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